lunes, 28 de febrero de 2011

¿Camisas?

No puedo evitar odiar esta inexplicable tendencia de ponerse camisas. Sí, camisas abotonadas hasta arriba, con cuello en punta y todo lo masculinas y aburridas que pueden ser. No es que tenga un rollo de género y crea que las mujeres deben usar solo falda y vestido, nada de eso. Pero es que las camisas me parecen casi un pecado, sabiendo que existen tantas otras prendas mucho más trendy y sentadoras. Porque las camisas de las que hablo son the real camisas de algodón y de un sólo color fome (gris, verde, celeste), entonces mal.

Es cierto que en los algunos desfiles hemos observado una tendencia minimalista, pero llevado a la calle se mezcla con todo lo vintage y como prenda fetiche obtenemos nada más que una camisa (y bueno, a veces los boyfriend baggy pants, que tampoco son de mi devoción). Así todos los photoshoots de moda callejera parecen apoyar esta idea... la de las camisas.

Tal vez acá se masifique, tal vez no. En fin. Les de jo unas fotos de lo último de teenvogue.com y otra de style.com, donde fotografiaron a quienes asistieron a la semana de la moda en NY.



miércoles, 9 de febrero de 2011

Cambio express

Las chasquillas en general son una buena forma de cambiar todo el look de manera no tan invasiva con el pelo (puedes conservar el largo, por ejemplo) e incluso servir de "válvula de escape" al momento de verse invadida por algún impulso de radicalidad que, por lo menos nuestros cercanos saben, no tendrá buen término. Me explico: hace tiempo que me estoy dejando crecer el pelo y durante unos días tuve la convicción de que era necesario hacerme un corte, pero the real corte… afortunadamente bastante gente me desalentó y decidí sólo hacerme chasquilla. Por suerte.

Pasemos a otro punto. ¡Me encantan las chasquillas! Pero lamentablemente no las del tipo correcto, sino las medias noventeras alternativas (cortadas yourself, aparentemente ebria, con un pulso de mierda...se me viene a la mente Courtney Love), lo que difícilmente es bueno (pero me encanta). Aunque por otro lado además me gustan las de estilo pin up, a lo Betty Page que, aunque significan trabajo y tiempo, son un bonito clásico.

También quiero aclarar que existen las chasquillas correctas, dignas de imitar y de usar de inspiración para un look realmente chic… pero de esas hablaremos en otra ocasión.

Les dejo imágenes que ilustrarán de mejor forma lo que he querido decir. El orden de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo es el siguiente: Audrey Tautou, como Amelie; Courtney Love, PJ Harvey, Meg White, de los White Stripes, Katy Perry y finalmente Betty Page.



This is hot (y amargamente exquisito)

Nunca había sentido aquella amarga compunción durante tantos minutos. Tampoco tanta incertidumbre, ni miedo, ni compasión como lo hice durante las indeterminables horas que duró Black Swan, la película de la que todos – con razón- hablan.

¿Cuántas mujeres habrá como Nina, el personaje de la Maestra Natalie Portman? Cuántas, tal vez menos desequilibradas pero igual de incomprendidas, inasibles, destinadas a la fatalidad o, peor, a la miseria de la soledad…

Cada elemento del filme es maravilloso. Todo. Natalie Portman seguirá siendo mi actriz favorita (desde Matilda que lo es): demasiada (o más bien, la cuota perfecta de) locura, incomodidad, belleza, inocencia, rigidez y docilidad viniendo de una sola persona. Perfecta, perfecta.

Haré una proclama impopular: bajen a Mila Kunis de aquel pedestal especulativo en que se encuentra; su personaje es la exasperante cuota de relajo que detesto esperar en una película como ésta; una película en que nadie busca vivir bien la vida, sino más bien tener algo por lo que vivir, y tal vez ni si quiera eso. Donde el fin justifica los medios, aunque estos sean sólo corrientes de consciencia que nunca llegaron a concretarse. Su personaje en Black Swan es necesario, pero detestable. Bueno, ella no tiene la culpa, todo en la pantalla es estremecedor y bueno.


Darren Aronofsky, y todos los que hicieron la película: gracias. Si hasta sale Winona Ryder!

Esta weá ES un clásico. “Breathtaking”, “masterpiece”, como han dicho algunos. Después de verla, sólo queda llorar a gritos y esperar que el nudo en la garganta se valla, para poder volver a comer.







Acá, el sitio oficial, de donde son las fotos.